viernes, julio 22, 2005

Oración de la Evangelium Vitae (Juan Pablo II)

Oh María,
aurora del mundo nuevo,
Madre de los vivientes,
a Ti confiamos la causa de la vida:
mira, Madre, el número inmenso
de niños a quienes se impide nacer,
de pobres a quienes se hace difícil vivir,
de hombres y mujeres víctimas
de violencia inhumana,
de ancianos y enfermos muertos
a causa de la indiferencia
o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu Hijo
sepan anunciar con firmeza y amor
a los hombres de nuestro tiempo
el Evangelio de la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo
como don siempre nuevo,
la alegría de celebrarlo con gratitud
durante toda su existencia
y la valentía de testimoniarlo
con solícita constancia, para construir,
junto con todos los hombres de buena voluntad,
la civilización de la verdad y del amor,
para alabanza y gloria de Dios Creador
y amante de la vida.
Amén.

Oración de los padres

Querido Padre Celestial, haz que yo sea una mejor mamá, un mejor papá. Enséñame a entender a mis hijos, a escuchar con paciencia lo que tienen que decir y a responder todas sus preguntas con amabilidad.
Haz que no los interrumpa, que no los contradiga o les conteste mal. Haz que yo sea cortés con ellos, como yo quisiera que ellos fueran conmigo. Dame el valor de confesar mis pecados contra ellos y de pedirles perdón cuando yo sepa que he actuado mal.
Concédeme la gracia de jamás herir los sentimientos de mis hijos.
Evita que yo me ría de sus errores o que los avergüence o los ridiculice para castigarles.
No permitas que yo tiente a mis hijos para que roben o mientan.
Guíame siempre, para que yo siempre pueda demostrar que todo lo que yo diga o haga con honestidad, produce felicidad.
Quítame, te lo ruego, toda maldad que haya en mí. Ayúdame a que yo deje de molestar, y, cuando me encuentre así, ayúdame a controlar, oh Señor, lo que quiera decir. Haz que no vea los pequeños errores de mis hijos y ayúdame a ver todo lo bueno que ellos hagan.
Inspírame para elogiarles con toda honestidad. Ayúdame a crecer junto con ellos, a tratarles como corresponde a su edad, pero no dejes que yo espere que su criterio sea el de los adultos.
No dejes que yo los despoje de la oportunidad de aprender por sí mismos, de pensar, de elegir, y de tomar sus propias decisiones. Evita que alguna vez yo les castigue sólo por mi satisfacción egoísta.
Dame la capacidad para concederle lo que ellos me pidan y sea razonable. Y concédeme el valor de negarles un privilegio que yo sé que les dañará.
Concédeme que sea justo y equitativo, considerado y buen compañero de mis hijos, para que tengan un afecto genuino por mí. Haz que yo sea digno de que mis hijos me amen y me imiten.
Amén.

Fuente: www.motivaciones.org/ctoseoraciondelospadres.htm

Plegaria por la Familia (Juan Pablo II)

Oh Dios, de quien procede toda paternidad en el cielo y en la tierra,
Padre, que eres Amor y Vida,
haz que cada familia humana sobre la tierra se convierta,
por medio de tu Hijo, Jesucristo, «nacido de Mujer»,
y mediante el Espíritu Santo, fuente de caridad divina,
en verdadero santuario de la vida y del amor
para las generaciones que siempre se renuevan.
Haz que tu gracia guíe los pensamientos y las obras de los esposos
hacia el bien de sus familias
y de todas las familias del mundo.
Haz que las jóvenes generaciones encuentren en la familia
un fuerte apoyo para su humanidad
y su crecimiento en la verdad y en el amor.
Haz que el amor
corroborado por la gracia del sacramento del matrimonio,
se demuestre más fuerte que cualquier debilidad y cualquier crisis,
por las que a veces pasan nuestras familias.
Haz finalmente,
te lo pedimos por intercesión de la Sagrada Familia de Nazaret,
que la Iglesia en todas las naciones de la tierra
pueda cumplir fructíferamente su misión
en la familia y por medio de la familia.
Tú, que eres la vida, la Verdad y el Amor,
en la unidad del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.