domingo, junio 07, 2009

Palabras desconocidas de Jesús


Daniel Iglesias Grèzes

Breve reseña del libro: Joachim Jeremias, Palabras desconocidas de Jesús, Ediciones Sígueme, Salamanca 1984, 3ª edición.

Se conoce un gran número de supuestas palabras de Jesús que fueron transmitidas fuera del texto de los cuatro Evangelios. Estas palabras son llamadas agrapha (“palabras no escritas”). Las fuentes de los agrapha son muy variadas: los otros libros del Nuevo Testamento, las adiciones y variantes en los manuscritos de los Evangelios, las obras de los Padres de la Iglesia, los textos litúrgicos y eclesiásticos, los evangelios apócrifos, otros escritos apócrifos, escritos gnósticos, el Talmud y obras de autores musulmanes.

El autor (un famoso teólogo protestante) realizó un riguroso examen de ese abundante material y clasificó los agrapha en nueve categorías:
· palabras del Señor inventadas con carácter tendencioso;
· modificaciones tendenciosas de las palabras del Señor;
· invenciones legendarias;
· atribuciones equivocadas;
· atribuciones motivadas;
· modificaciones de las palabras de Jesús de los Evangelios;
· transformación de los relatos evangélicos en palabras de Jesús;
· agrapha empleados como recursos técnicos literarios;
· y los agrapha que quedan.

Después de este proceso de eliminación, sólo queda un pequeño grupo de agrapha (exactamente dieciocho) contra los que Jeremias no encuentra objeciones de peso. Estas palabras encajan bien con la tradición de los evangelios sinópticos. Jeremias considera que su autenticidad es casi segura.

El autor concluye lo siguiente: desde el punto de vista de la autenticidad de las palabras de Jesús, la literatura extra-canónica es, en general, sumamente pobre. Sólo de vez en cuando aparece, en medio de los escombros, una piedra preciosa. El análisis de las tradiciones extra-evangélicas destaca el valor único de nuestros Evangelios. Quien quiera conocer la vida y el mensaje de Jesús los encontrará sólo en los cuatro Evangelios canónicos. Las “palabras dispersas” del Señor pueden ofrecernos complementos, importantes y valiosos, pero nada más.

Para concluir reproduzco el texto de uno de los agrapha que Jeremias considera de autenticidad casi segura: la parábola del gran pez, tomada del evangelio (apócrifo) de Tomás:

“Y Jesús dijo: el hombre se asemeja a un pescador listo, que arrojó su red en el mar, y la volvió a sacar del mar; estaba llena de pececillos. Entre ellos encontró el pescador listo un grande y hermoso pez. Entonces arrojó los pececillos al mar, y escogió sin titubeos el gran pez. El que tenga oídos para oír, que oiga.” (p. 92).

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