Jesús, no esperaré;
vivo el momento presente colmándolo de amor.
La línea recta está formada por millones de puntitos unidos entre sí.
También mi vida está integrada por millones de segundos y de minutos unidos entre sí.
Dispongo perfectamente cada punto y mi línea será recta,
vivo con perfección cada minuto y mi vida será santa.
El camino de la esperanza está enlozado de pequeños pasos de la esperanza.
La vida de esperanza está hecha de breves minutos de esperanza.
Como tú, Jesús,
que siempre has hecho lo que le agrada al Padre.
Cada minuto quiero decirte: Jesús, te amo,
mi vida es siempre una nueva y eterna alianza contigo.
Cada minuto quiero cantar con toda la Iglesia:
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Nguyen van Thuan
(desde su prisión, 1975)
lunes, agosto 08, 2005
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