jueves, enero 22, 2009

Los libros deuterocanónicos de la Biblia


Daniel Iglesias Grèzes


Estimado F.:

Contrariamente a lo que usted sostiene, la Iglesia Católica no agregó ningún libro al Antiguo Testamento. Antes de Cristo hubo dos versiones del canon del Antiguo Testamento: una corta (la de los judíos palestinenses) y una larga (la de los judíos alejandrinos y helenistas). La versión larga incluía siete libros más que la corta: Tobías, Judit, Baruc, Eclesiástico, Sabiduría, 1 Macabeos y 2 Macabeos. También incluía algunas adiciones a los libros de Ester y Daniel. Hay indicios de que los judíos palestinenses también apreciaban y usaban esos libros, aunque no los admitían como canónicos. Después de Cristo los judíos, al cabo de un cierto proceso, terminaron abandonando el canon alejandrino, de modo que sólo mantuvieron el canon palestinense, el mismo de la Biblia hebrea actual. Sin embargo, muy pronto los cristianos se dieron cuenta de que la Iglesia tenía autoridad para determinar el canon de la Biblia, independientemente de Israel.

Durante muchos siglos hubo discusiones dentro de la Iglesia Católica sobre la autenticidad de esos siete libros, que a partir de cierto momento fueron llamados “deuterocanónicos”, para distinguirlos de los demás libros de la Biblia, llamados “protocanónicos”. Por ejemplo, San Agustín se pronunció a favor de la canonicidad de los deuterocanónicos, mientras que San Jerónimo mantuvo una actitud muy reticente y algo contradictoria hacia ellos. Aunque ya en torno al año 400 varios documentos papales y sínodos se pronunciaron a favor de la canonicidad de los deuterocanónicos, las discusiones prosiguieron (en parte debido a la opinión de San Jerónimo), a pesar de lo cual a lo largo de los siglos los cristianos los consideraron mayoritariamente como canónicos. Finalmente, la cuestión fue resuelta de un modo explícito y autorizado, a favor de la canonicidad, en los Concilos Ecuménicos de Florencia (1442) y de Trento (1546).

En el siglo XVI, Lutero (sin autoridad para ello) quitó esos escritos del canon de la Biblia, en el ámbito protestante. Por lo tanto, ocurrió lo contrario de lo que usted afirma: los protestantes quitaron siete libros de la Biblia, los deuterocánicos. Para los católicos todos los libros de la Biblia son igualmente canónicos.

Por otra parte, se puede decir que la Iglesia Católica sí agregó unos cuantos libros a la Biblia, pero no en el Antiguo Testamento, sino en el Nuevo Testamento. En verdad todos los libros del Nuevo Testamento fueron escritos por miembros de la Iglesia Católica, fundada por Jesucristo.

Lutero, a su vez, estableció un falso "canon dentro del canon" al convertir su herética doctrina de la justificación por la sola fe en la vara con la que se deberían medir todas las enseñanzas del texto de la Biblia, recibido por los protestantes de la misma Iglesia Católica. Así Lutero se sintió tentado de quitar del canon bíblico también la carta de Santiago (contraria a su teología personal de la “sola fe”), la carta a los Hebreos, la carta de Judas e incluso el libro del Apocalipsis, pero al final se conformó con considerarlos "menos inspirados" (!?). Sin embargo, para un texto bíblico dado sólo caben dos posibilidades: o está inspirado por Dios o no está inspirado por Dios. No puede estar “medio inspirado”, por la misma razón que una mujer no puede estar medio embarazada.

Un saludo cordial de
Daniel Iglesias

Notas:
1) Este artículo es una versión corregida y aumentada de un mensaje enviado al Foro de Religión de Starmedia el día 18/01/2002.
2) Agradezco los valiosos aportes del Pbro. Dr. Miguel Antonio Barriola a fin de mejorar este artículo.

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